La muerte...
"...en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mio..."
¡Oh, Silvio! Ya le perteneces al pueblo, como los grandes. Ya no eres ni de tu madre, ni de tu padre, menos de tu esposa y de tus hijos; eres nuestro, como Gabo y Neruda, como Guerra y Fidel, como Ghandi y el Ché. Y en el umbral de todo misterio has encontrado las palabras, que unidas a bellos arpegios, tocan corazones, alimentan ideas y encienden la chispa revolucionaria que cada uno lleva dentro.
¡Oh, Silvio! La verdad es que eres inmenso y aventuresco. Playa Girón pone a prueba tu ironía, mientras evocas tu juventud de joven soldado trovador que soñaba con un angel para un final. Tan seguro de que la era pare corazones te quedabas como esperando abril, y por quien merece amor, en un rabo de nube, nos dabas una canción.
¡Oh, Silvio! Que pequeña te quedan estas lineas, para demostrar tu brillantez expresada en música, tu sencillez expresada en tú persona. Ya eres de los grandes, de los que nunca se olvidan, de los que conocemos por un sólo nombre, de los que forjan compromisos irreversibles, de los que unen corazones, cambian vidas y propician cambios.
¡Oh, Silvio! ¿Qué más decir? Eres simplemente Silvio...