¿Hasta dónde llegan nuestros derechos sociales?

El día de hoy, el periódico El Pais de España, publica un artículo sobre la condena que fijó el Tribunal Supremo de España al Ayuntamiento de Bilbao a pagar 10,000 euros a un vecino por los "ruidos del camión de limpieza" ¿Sorprendente?

Este tipo de condenas se han propagado por toda Europa, y surgen en América Latina; esta última caracterizada por las diferencias abismasles entre los estratos sociales. ¿Alguna vez se han preguntado si podrían demandar al Estado por el hecho de que no le recojan la basura, o que no tengan educación por el hecho de que la escuela está muy lejana? O más allá, el caso de Bilbao, donde el "ruido" hecho por un camión de basura entre las 6.30 y las 8.30, ha sido causa de una demanda llevada ante el Tribunal Supremo de España. ¿Se imaginan demandando a la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social por no tener un hospital cerca, o al Sindico de su comunidad por no recoger la basura frente a su casa?

La justiciabilidad de este tipo de Derechos Sociales, que no son más que los derechos que practicamos cada día, obligaría a los responsables del funcionamiento del Estado, a cumplir con su trabajo y deber, y a no jugarse con las obligaciones para con los ciudadanos. El Ayuntamiento de Bilbao, a raíz de esta queja, y para evitar otras, ha tenido que invertir casi 15 millones de euros (algo así como 705 millones de -como diría maginjo- hediondos de aqui) en la modernización de la maquinaria utilizada en la limpieza de las calles.

Si se unieran los ciudadanos de cada provincia del país que no recibe un servicio eficaz en el cumplimiento de sus derechos sociales, y demandaran al Estado (alcaldías, secretarías, etc.) por 10,000 euros cada uno, creo que la deuda externa se vería pequeña.