Un verdadero maestro...
Había una vez un conferencista muy renombrado cuyas charlas lo habían llevado a todas partes del mundo, y cuya fama lo había hecho querido por muchos. Él acostumbraba en sus charlas a tener un espacio en el cual los asistentes escribían preguntas en una hoja de papel y se las pasaban para que él las respondiera. Cierta vez, en una de sus conferencias, le pasó algo muy interesante. Luego de haber impartido los temas que iba a hablar llegó la hora de las preguntas y en una se detuvó pensativo viendo una de las hojas. La hoja decía IDIOTA. Luego de pensarlo un momento el conferencista dijo: Muchas veces he visto personas que escriben preguntas y se les olvida poner su nombre. Pero nunca había visto una persona que escribió su nombre, pero olvidó formular una pregunta.
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