Ser como una jirafa...

Cada vez que salgo a la calle e inicio una travesía hacia cualquier lado en el sempiterno carro público (y que conste que este es el único país del mundo donde hay carros públicos), siento como mis oidos se van destruyendo poco a poco. Tanto que me dice mi padre que el "ipod" va a hacer que me quede sordo, cuando en realidad este artefacto lo que hace es que protege mis oidos. Es que la verdad no hay función exponencial que pueda explicar la cantidad de sonidos que realizamos los dominicanos. Si vas en la calle con un celular todo el mundo tiene que oir tu conversación (y despúes se pregúntan como pudieron robarle el celular); si vas a parar una "voladora" tienes que gritarle; las guaguas anunciadoras, la que vende periódicos, el que vende accesorios de celulares, el que vende agua. Me he dado cuenta que cualquier esquina de este país es mejor que una tienda por departamentos. A mi me critican mucho porque prefiero montarme en un carro y no en una guagua, lo que pasa es que el carro es más rápido y por consecuencia duro menos tiempo en la selva acústica que son las calles de Santo Domingo.

Me imagino que se preguntan porque el titulo es "Ser como una jirafa...". La jirafa tiene dos relaciones con lo que es el tema del sonido, una es un poco más desagradable que la otra. La primera es que la jirafa es el único animal que no realiza sonidos: es muda. Y a la vez es el único que se puede limpiar las orejas con la lengua. Si a veces en nuestro país fueramos un poco más como jirafas, sería magnifico. No digo que seamos completamente mudos, pero hay ciertos sonidos de los que podemos librarnos de una vez y por todas (principalmente de el de los motores). Despiertate un día y piensa: Hoy voy a ser un poco más como jirafa (No sólo en ser un poco más mudos...también limpiate los oidos)...