Algunas cosas en la vida...(I)

Mira por la ventana, un hombre sentado en la terraza del restaurante. Volvía a pensar en ella. Lo había dejado todo por ella: todavía se le hacía difícil no beber más café o fumarse un cigarrillo. Pero todo era nada por ella. El alcohol lo arrojó por el desagüe y su guitarra vendió -el sonido del instrumento la irritaba- Todo por ella. Otra vez el tipo de la terraza. Coincidencialmente fumaba un cigarrillo y bebía un café. Pensó en pedir lo mismo, pero recordó que lo había dejado todo por ella. Déjalo, por mí. Era fácil para ella decirlo, ella era dueña de sí misma. Él era un pobre diablo sin personalidad. O eso creía él.

Recordó aquella mañana de un lunes. Ella apurada porque estaba tarde para ir al trabajo. Él con ningún otro pensamiento en la cabeza que ella, pues no tenía trabajo. Te amo, ¿sabes? Dijo él creyendo que ella iba a decir lo mismo. Cariño, ayúdame a buscar mis zapatos azules, no los encuentro. El olvido al momento lo que su corazón había dicho y se unió a ella en la busqueda de aquel unicornio azul. Dicen que detrás de cada hombre exitoso hay una gran mujer. Quitemos el exitoso y tenemos la descripción de esta pareja.

El deja de soñar despierto. Vuelve a la realidad. En sus manos una cajita, en su mente un pensamiento. -¿Lo hago? Se pregunta. Hace meses que buscaba la oportunidad de pedirle unir sus vidas. Ya eran las 11 y ella no llegaba. Quedaron de verse a las 10. Tuvo un déjá vu y recordó aquella vez en un concierto. Él siempre a tiempo -la verdad no tenia mucho que hacer- ella con media hora de retraso. Cuando la fue a saludar ella volteó la cara para hablar con un viejo amigo. Él penso que había sido un accidente. Pero no lo había sido. Él no lo sabía, pero ella estaba con alguien más...